Mi vecina Norma tiene desde hace un par de años plantada en el fondo de su casa una parra.
Pero parece que este año prefirió venirse a vivir de mi lado y se colgó de un arbolito que hay en la medianera.
La naturaleza es caprichosa...
Si bien al principio me molestó porque le dá mucha sombra a mis jazmines, después cuando empecé a ver las primeras uvitas cambié de opinión.
Es la primera vez que esta parra está llena de racimos que cuelgan sobre mis plantas.
Ya estoy pensando en todas las recetas que puedo hacer...dulce de uvas, focaccias, ensaladas, y verjus.
Se preguntarán qué es?
Ni más ni menos que el jugo verde que se obtiene de las uvas no maduras. Se hace cuando todavía están blancas.
Tiene un sabor bastante ácido pero con notas frutales y se usa en reemplazo del vinagre o del jugo de limón para condimentar ensaladas por ejemplo.
Mezclando un poco de verjus con un rico aceite de oliva, sal y pimienta tenemos el aderezo ideal para una ensalada de verano.
No es algo común de encontrar a la venta, por lo menos por acá. Pero en algunos países europeos se consigue con facilidad.
Si tienen una parra a disposición, prueben de hacerlo, es muy fácil...
Elegir racimos no maduros, que estén casi a punto, para que tengan bastante jugo.
Lavarlos bien y colocarlos en un colador.
Con la piedra de un mortero o con algo pesado presionarlos para que suelten todo su jugo.
Colocarlo en un frasco de vidrio y listo para usar.
Se puede guardar hasta tres días en la heladera.
