Esta es mi versión de la famosa torta dulce de zanahorias. Y aclaro que es mi versión porque hay muchas. Algunas se hacen con aceite, otras con manteca, con más o menos especias, con o sin frutas secas, con puré o con ralladura de zanahorias... En fin, a mi gusto ésta es la que logra la mejor masa, esponjosa y húmeda con un sabor suave casi indefinido pero muy rico.
La receta original lleva azúcar rubio, yo en éste caso usé azúcar integral de caña, también llamado azúcar mascabado que le otorga a la masa humedad extra y un gustito dulzón diferente. Además de un color casi dulce de leche.
Si no dicen que la masa tiene zanahorias, dudo que alguien se dé cuenta. Está bueno tenerlo en cuenta para los más chiquitos.
INGREDIENTES
180 gr de manteca
2 tazas de azúcar de caña
5 yemas
5 claras a nieve
jugo y ralladura de 1 naranja
1 y 1/2 tazas de harina 000
1 cucharita de polvo de hornear
1 cucharita de bicarbonato de sodio
canela - jengibre - nuez moscada 1 cucharita de c/u
50 gr de nueces pecan picadas
50 gr de pasas rubias
6 zanahorias ralladas
Batir a mano ó a maquina la manteca, que debe estar a punto pomada, con el azúcar, las yemas y las especias. Formar un batido homogeneo con buen punto.
Agregar la ralladura y el jugo de naranja más las zanahorias ralladas.
Por otro lado mezclar junto con la harina, el polvo de hornear y el bicarbonato. Pasarlo por un tamiz para que no haya grumitos.
Al batido de la manteca agregarle la harina junto a las frutas secas y por último con movimientos muy suaves las claras a nieve.
Vamos a obtener un mezcla muy suave, de contextura ligera.
Colocar en un molde enmantecado y enharinado y cocinar en horno medio más o menos 25 minutos o hasta que pinchando con un palito salga seco.
Desmoldar y dejar enfriar en una rejilla.
Para servir sólo hace falta espolvorear con azúcar impalpable.
