La famosa torta demonio, hiper chocolatosa, de color negro noche.
Tentadora como pocas, con un aspecto aterciopelado.
Es una torta elegante, con una miga compacta y húmeda.
Es tan rica que se puede comer sola, aunque tiene la virtud de quedar muy bien con varios rellenos.
Crema y frutillas, mermelada de frutos rojos, dulce de leche... lo que más te guste, pero la original es con una crema de chocolate.
Yo elegí hacer una mousse que uso para rellenar las tortas.
Tiene buen cuerpo y es muy fácil de hacer, aquí encuentran la receta.
Ingredientes:
3 tazas de harina 0000
1 y 1/2 cucharaditas de polvo de hornear
1 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
pizca de sal
3 yemas
3 claras
170 gr de manteca
2 tazas de azúcar negra
2 tazas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
230 gr de chocolate semiamargo
Tamizar todos los ingredientes secos: harina, polvo de hornear, sal y bicarbonato.
Batir manteca y azúcar hasta obtener una crema suave.
Agregar las yemas y el chocolate derretido.
Perfumar con vainilla.
Mezclar bien hasta integrar.
Luego agregar de manera alternada los secos y la leche.
Una vez que toda la mezcla esté bien homogénea incorporar con movimientos muy suaves las claras batidas a nieve.
Colocar en un molde bien enmantecado y enharinado y cocinar en horno precalentado a 160° por 50 minutos o más, pinchar con un palito de brochet para asegurarnos que esté lista.
Como es una torta muy compacta puede tardar casi una hora en la cocción, no ser impacientes, todo depende de cada horno.
Dejarla enfriar por completo antes de cortarla en capas.
Para perfumar la masa antes de colocar el relleno humedecer con almíbar y un poquito de licor de Amaretto, para hacer un contraste con el chocolate.
Untar las capas con mousse y espolvorear por encima virutas de chocolate blanco.
Mantener en la heladera hasta servir.
