Para mí una focaccia no debería faltar como acompañamiento en una tabla de fiambres.
También ideal para hacer bruschetas, sandwiches, o directamente para comerla sola, calentita recién salida del horno.
Es un tipo de pan muy sabroso porque lleva una buena cantidad de aceite de oliva en su masa, y además tenemos la posibilidad de saborizarla con infinidad de ingredientes.
Hoy juntamos sabores tan italianos como su origen... olivas negras y alcaparras.
No se pierdan de hacerla y disfrutar del perfume que suelta durante su cocción.
Ingredientes:
1kg de harina 000
50 gr de levadura fresca
30 gr de sal
700 cc de agua
1/2 tacita de aceite de oliva
aceitunas negras
alcaparras
ralladura de una naranja
pimienta negra
sal de mar
Como en toda masa de levadura hay que empezar por el fermento.
Colocar en un cuenco la levadura con una pizquita de azúcar y un poco de agua tibia.
Dejar reposar unos minutos hasta que espume.
Sobre la mesada colocar el kilo de harina, formar un volcán dejando un hueco en el medio.
Agregar la sal sobre los bordes, lejos del centro para que no se encuentre rápido con la levadura. La sal mata el fermento.
Dentro del hueco agregar el aceite de oliva y la levadura espumada.
Incorporar la harina de adentro hacia afuera, agregar de a poco el agua hasta formar un bollo suave y elástico.
Amasar por 10 minutos y dejar levar.
Mientras tanto descarozar y picar groseramente un puñado de aceitunas negras.
Colocarlas en un bowl, agregar un chorrito de aceite de oliva, alcaparras y ralladura de naranja. La ralladura va a perfumar y cortar con la acidez de las alcaparras.
Mientras tanto precalentar el horno.
Una vez que la masa duplicó su volumen colocarla en una placa aceitada.
Colocar la mezcla de aceitunas y undirla en la masa presionando con los dedos.
Dejar levar nuevamente por 15 minutos.
Antes de llevarla al horno rociar con un poquito más de aceite de oliva y espolvorear con pimienta negra y cristales de sal de mar.
Cocinar en horno medio-alto por 20 minutos.
