El pastel de papa es una de esas comidas que recuerdan a la infancia y para mí era lo mejor que podía encontrar en la mesa cuando llegaba del colegio.
Es una comida reconfortante, bien de invierno, pero como es tan rica y fácil de hacer se come todo el año.
Este plato tiene tantas variantes como personas que lo cocinan. Son de esas recetas mágicas que podemos adaptar a nuestro gusto y siempre salen bien.
Mi abuela lo hacía espectacular, le ponía pasas de uvas y huevo duro, como si fuera el relleno de las empanadas y arriba sobre el puré espolvoreaba un poco de azúcar para formar una costra dulce.
Hoy les presento mi versión...
Ingredientes:
1 kilo de carne picada
1 cebolla grande
1 ají rojo
aceitunas negras
mostaza en grano
sal - pimienta negra - orégano
1 cucharada de harina
1 cucharada de manteca
puré de papas
100 gr de queso chedar
En una cacerola saltear las cebolla y el ají hasta que estén tiernos.
Luego agregar la carne picada en lo posible elegir un corte que tenga poca grasa.
Condimentar con sal, pimienta y orégano. Por último agregar una cucharada de mostaza en grano, también puede ser otro tipo de mostaza como la dijón.
Tapar la cacerola y dejar cocinar hasta que la carne se caramelice.
Si hay mucho jugo de cocción agregar una bolita manteca y harina (roux) y revolver hasta que espese.
Una vez que está listo colocarlo en una fuente para horno.
Preparar puré de papas y mientras está caliente agregarle el queso chedar, mezclar hasta integrar por completo.
Cubrir la carne con el puré y llevar a gratinar el horno por 5 minutos.
Secreto: al día siguiente va a estar más rico que recién hecho.
