Esta tarta es ideal para acompañar un rico té o para servirla como postre con una bochita de helado de crema por encima.
Para ésta receta además de las tradicionales nueces, almendras y castañas, utilicé cranberries (arándanos rojos secos) que con gran sorpresa encontré en el supermercado de mi barrio. Tienen un sabor ácido parecido al de la manzana verde y quedan buenísimos en tortas, muffins o en preparaciones saladas. Yo los conocí y me hice fanática de ellos cuando vivía en Miami. Allí se consumen mucho como snack y son infaltables en el relleno del pavo de acción de gracias.
Para la masa:
Es una típica masa quebrada, procesar 100gr de manteca fría, 70gr de azúcar, 200gr de harina 0000, 1/2 cucharita de polvo de hornear, esencia de vainilla, agua de azahar natural o chorrito de jugo de naranja y 1 huevo.
Unir todo sin amasar y llevar a la heladera por una hora mínimo antes de estirarla para forrar el molde.
150gr de frutas secas picadas de forma grande, casi enteras. Yo usé nueces pecan, castañas, almendras y cranberries. Estos últimos pueden reemplazarse por pasas de uva.
2 yemas
50 gr de azúcar integral de caña ó en su defecto, usar la misma cantidad de azúcar blanca más 2 cucharadas de miel.
200gr de crema de leche
1 cucharada de harina
Preparación:
Forrar el molde de tarta con la masa ya descansada en la heladera y precocinarla por 10 minutos en un horno fuerte.
Mezclar todos los ingredientes del relleno, acomodarlo en la masa y volver al horno por 20 minutos más pero a menor temperatura, para darle tiempo a que cuaje el relleno y no se queme la masa.